<Dos citas lapidarias y una historia que me hicieron reaccionar>
Si leíste mi página sobre mí sabrás que había tenido inconsistencias en mi vida. Épocas MUY buenas, épocas ñe, épocas malas, épocas realmente pésimas. Parecía que yo nunca estaba en control, que esos períodos simplemente sucedían. Que podía haber un golpe de viento que me llevara literalmente a la otra dirección, sin que pudiera hacer nada. Y así, de un plumazo, cambiaban las cosas. Como una nueva estación, que simplemente llega (ahora el invierno, ahora el verano).
¿Te has sentido así alguna vez?.
Yo sentía que mi vida era la que era. Que ahora tocaba “la época mala” y ahora “la racha buena” (que, por supuesto, trataba de exprimir al máximo antes que llegara de nuevo el invierno). Pero algunos de ellos se hacían largos y duros, apenas salía el sol, y empezaba a estar muy harta de toparme en ese mismo lugar y que hubieran demasiadas Siberias en mi vida.
En uno de esos inviernos en los que me sentía perdida, se cruzaron en mi camino un par de citas y una historia que me hicieron reaccionar y que realmente fueron el detonante para empezar a hacer una serie de cambios de una forma más consciente y profunda.
Y hoy quiero compartírtelos por si te pueden INSPIRAR.
¡Empecemos!
LA HISTORIA de los lobos (y el click en mi cabeza)
Cuenta una antigua leyenda que un sabio anciano perteneciente a la tribu de los Cherokees le contó este cuento a uno de sus nietos, el de una batalla que ocurre en el interior de todas las personas.
– Tengo dos lobos dentro de mí que luchan entre ellos. Uno es negro. Es un lobo violento, soberbio, lleno de rabia, envidia, malvado y vengativo. El otro es blanco. Este es noble, compasivo, sereno, generoso y repleto de amor y bondad.
El nieto meditó por un minuto y luego preguntó:
– ¿Y que lobo gana, abuelo?
– Al que alimento más.
CITA (y hostia de realidad) nº1
«No es lo que nos pasa, es lo que nos contamos acerca de lo que nos pasa»
Epicteto
CITA (y hostia de realidad) nº2:
«No hay viento favorable para el barco que no sabe donde va»
Séneca
*LECCIONES QUE APRENDÍ
🎯 APRENDIZAJE nº1: Poder personal (siempre hay posibilidad de elección)
Una de las claves de la filosofía estoica es que lo que crees “crea” tu realidad.
Para los estoicos era importante diferenciar entre lo que podemos cambiar y lo que no. No podemos elegir ni controlar las situaciones o los sucesos externos: que venga una enfermedad, que te despidan, que un amigo se mude a otro país, una ruptura, un compañero de trabajo que no te cae bien, que te cancelen un vuelo, que llueva y se mojen tus pertenencias, que se te cuelen en el súper… (el verano se va, el invierno llega), pero si podemos actuar y controlar lo INTERNO: nuestra opinión, juicios, pensamientos y acciones sobre esos sucesos.
👉🏻 Es decir, podemos ELEGIR nuestras reacciones ante esos acontecimientos.
La cita de Epicteto y la historia de los lobos me dió claridad.
“No es lo que me pasa, si no la historia que me estoy contando sobre lo que me pasa”. Siempre podemos ELEGIR, siempre hay un resquicio. Por muy desfavorables que nos sean las cosas siempre hay una libertad personal: la elección de nuestra actitud ante las circunstancias (y de esto habla Viktor Frankl, superviviente de varios campos de concentración entre ellos Auschwitz, en su libro «El hombre en busca de sentido«).
Yo decido como reacciono y actúo ante lo que «me pasa». Yo decido que pensamientos (que lobo) alimento más. A qué le doy voz, atención y energía. Con que «historia» (o lobo) me engancho.
👉🏻 YO DECIDO, todo el rato.
Entonces… ¿estaba yo misma sobrealimentando demasiado solo a una parte, a un tipo de pensamiento en mi cabeza?. ¿Que tal si empezaba a alimentar a la otra parte?
Así es como empecé a ser consciente yo era RESPONSABLE de mis Siberias.
Fue duro verlo, pero al mismo tiempo también liberador. Si YO las creaba, YO tenía también la capacidad de actuar para transformar mi mentalidad, cuestionar mis creencias y pensamientos, no ser «víctima» de ellos y ELEGIR otra cosa.
Y esto me puso al mando.
De repente, salté del asiento del copiloto y del soy víctima de mis circunstancias («el verano se va y llega el invierno”) a colocarme directamente en el asiento del conductor (soy responsable de mis pensamientos y decisiones y por tanto de mis circunstancias).
👉🏻 Puedo ACTUAR. Puedo cambiarlo.
🎯 APRENDIZAJE nº2: claridad – dirección
Que interesante fue reflexionar sobre esto. ¿Había decidido yo realmente donde quería estar?. Claramente había tomado una serie de decisiones en mi vida que, sin duda, me habían llevado donde estaba, pero ¿las había hecho de forma consciente y deliberada, queriendo ese resultado exactamente? ¿o esos resultados se habían dado como consecuencia de una serie de acciones y pasos que había ido dando sin mucha consciencia?. ¿Estoy en este trabajo porque quiero o porque fue el que salió?. ¿Estudié esto porque es lo que quería o lo que tenía que hacer?.
Y así puedes seguir en loop preguntándote acerca de muchas de las cosas que están presentes hoy en tu vida. ¿Te gustan de verdad?. ¿Las quieres realmente?. ¿Esto te identifica hoy?
La cita de Séneca me rebeló que si no empezaba a identificar claramente lo que quería para mí, la sensación de frustración continua se iba a seguir repitiendo en mi vida, porque llegarían vientos que me llevarían a lugares que no elegí conscientemente.
Y entonces me pregunté: ¿Sabía lo que quería para mí y para mi vida?, ¿tenía un proyecto de vida?, ¿una visión de hacia donde me dirigía?.
Me dí cuenta que realmente no tenía un plan claro, que simplemente iba haciendo en piloto automático siguiendo el esquema general de la sociedad (que por cierto, ¡no nos vale a todos!). Y eso hacía que, en ocasiones, llegara a sitios que en realidad no me interesaban ni estaban alineados verdaderamente conmigo, provocando esos ciclos de frustración, ansiedad y malestar… (¿te suena?).
Realmente no me había parado a pensar ni a prestar verdadera atención a mis deseos, y éstos también habían ido quedando sepultados con el tiempo bajo «las responsabilidades de la vida adulta», y las “obligaciones serias”.
Así que, esta cita
- Fue un disparador para empezar a clarificar, imaginar y crear ese plan de vida
- Me ayudó a no dar las cosas por sentado
Gracias a esto empecé a tener momentos de conexión conmigo, a preguntarme si estaba en el lugar donde quería estar, si avanzaba… y si no era así, a plantearme qué podía hacer para mejorarlo, pensar que otras cosas podía probar o bien llegar a la conclusión de modificar la ruta si era necesario.
📌 REFLEXIONES FINALES
Se dice que el cambio viene por dos motivos: por iluminación o por sufrimiento.
Yo llegué por el segundo.
Si había hecho anteriormente cambios y aprendizajes en mi vida simplemente habían sido unos cromos que cambiaban otros:
<distinta situación, mismo problema no resuelto>
Sin embargo estas ideas y los aprendizajes que saqué de ellos, me devolvieron el poder. Fueron la llave del cambio y me transformé desde otro lugar. Hubo una mayor profundidad. Me comprometí y tomé responsabilidad. Ganó mi obcecación por cambiar las reglas del juego que habían estado guiando mi vida y mi tablero hasta ese momento.
Y sobre todo, estuve dispuesta a enfangarme con todo.
Y esto fue clave para colocarme de nuevo en la casilla inicial, pero desde un lugar completamente distinto al que había hecho hasta entonces.
Como resumen, y lo que me gustaría que quedara claro de este post:
clave 1 | Pasa a ser PILOTO (toma el mando)
clave 2 | ElIGE DESTINO (decide conscientemente la ruta)
Y tu.. ¿eres piloto o copiloto? ¿tienes clara la ruta? ¿no? Vale, pues no sigas… ¡frena!
Ahora que te has puesto al volante, para. Ve frenando, poco a poco. Apéate del camino y sal a respirar. Empápate de la calidez del sol o de la lluvia que caiga en ese momento, no importa. Simplemente siente y conecta de nuevo contigo. Tómate tu tiempo y cuando estés list@…
↗️ Acompáñame. Vamos a ver juntos que ruta tomar
¿Que es aquello que te hizo despertar?. ¿Como fue para ti?. ¡Te leo!
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