💡 Hoy quiero hablarte sobre la importancia de cuidar nuestra energía y ponernos a nosotros como prioridad. Este post es el sexto de la serie de un artículo donde aúno 20 aprendizajes clave que me ayudaron a vivir una vida más armónica y en flow. Si quieres profundizar en algunos de ellos puedes entrar y ver más aquí.
TÚ PRIMERO
Estas fueron las palabras que soltó Carolina Ayerbe cuando en medio de su programa Haz Menos Logra Más (un curso de gestión del tiempo consciente) comentó al grupo de estudiantes que empezáramos rellenando el calendario semanal BLINDANDO PRIMERO los espacios y citas para nosotras mismas.
Se hizo un largo silencio.
Luego unas risas… y de nuevo esas palabras resonando en alguna parte de mi cabeza
«tú primero»
En ese momento mi mente me dijo:
- Si claro, sería muy bonito. Me encantaría ir YO PRIMERO, pero... ¿cómo?. Primero va el trabajo, las obligaciones y tantas otras cosas... y luego ya... si... entonces yo.
Sin embargo, después de ese primer jaque inicial que Caro planteó, entendí lo que quería decir.
🎯 Por muchas cosas que tengamos en la lista de tareas y temas pendientes por hacer, por muchas urgencias y obligaciones llamando a tu puerta, primero empiezas separando y bloqueando el tiempo para TI, porque si lo haces al final, si organizas antes toooooodas las demás cosas que “hay que hacer”, ¿sabes que pasa?
que NUNCA queda tiempo
Estoy segura que al leer estas palabras tú también te has removido un poco de tu asiento. Esta frase se hace extraña porque el TU PRIMERO está mal visto (y entendido) en nuestra sociedad. Pensar y actuar pensando primero en uno mismo es tildado como un acto egoísta. Sin embargo cuidarse a uno mismo, entender nuestras propias necesidades y regalarnos esos espacios forma parte de un ámbito muy importante en nuestras vidas: la SALUD (mental y física).
Porque si tu estás bien, hay muchos más números para que todo lo demás también vaya bien.
En realidad esto que nos dijo Caro y que pilló a todas por sorpresa, es algo parecido a lo que haces si quieres ahorrar. Si has intentado ahorrar alguna vez tal vez te hayas dado cuenta que esperar a final de mes no funciona. Si quieres ahorrar X cantidad de dinero lo que se aconseja dentro del mundo de las finanzas personales es apartar esa cantidad en cuanto cobramos la nómina, porque si lo hacemos a final de mes, ¿que suele pasar?. Exacto, ¡que no queda!. Ese dinero se habrá esfumado. Lo habrás gastado en cualquier otra cosa.
Lo mismo pasa con tu tiempo.
Si no lo reservas, si no lo “apartas” antes de empezar a gestionarlo, ese tiempo se lo habrá comido alguna otra tarea o las demandas de alguna otra persona.
Y, ¿por que es importante el autocuidado?
Las obligaciones, las prisas, la carga mental, los conflictos y el tener demasiadas cosas en el plato al mismo tiempo van cargando nuestro día. Existen mecanismos que el propio cuerpo tiene para ir vaciando y descargando todo este exceso de estrés que se va generando.
Imagínalo como una jarra donde entra agua y un agujero por donde sale. El estrés sería esa agua que va entrando, y el agujero por donde sale los mecanismos que tienes y practicas para sobrellevarlo.
Hacer actividades que nos aportan bienestar y nos ponen de buen humor, nos relajan, recargan y nos devuelven al centro forma parte de estos mecanismos. ¿Como cuales? El deporte, las actividades sociales con personas que nos nutren, de ocio, de descanso y de conexión con uno mismo. Es importante saber cuales son para cada uno.
Si no tenemos estos espacios, o no les prestamos la atención y importancia que merecen o bien soltamos estas actividades cuando vamos desbordados, nos quedamos sin mecanismos para equilibrar ese exceso de estrés.
¿Y que sucede entonces?
QUE COLAPSAMOS
No disponer de esto es una caída libre en picado y un abandono hacia uno mismo (generando estrés, apatía, caos, cansancio, irascibilidad, ansiedad, depresión…).
De ahí la importancia de tener y cultivar estos espacios.
Para evitar que esto suceda, ¿que podemos hacer?
👉🏻 1. Detecta tus SEÑALES DE ALARMA
Aprende a detectar tus periodos de estrés como una señal de ALARMA para tener presente tu autocuidado y no soltarlo, es justamente cuando más lo necesitas para volver a tu equilibrio.
👉🏻 2. La importancia de poner LÍMITES
Otro punto demonizado es el uso del no. No sabemos decir no.
Antes de decir si y aceptar más cosas o demandas externas habría que hacerse una serie de preguntas: ¿Podemos con ese nuevo compromiso que estamos apunto de aceptar? ¿nos apetece hacerlo o lo hacemos por miedo a las consecuencias, por evitar un conflicto o porque es lo que se espera de nosotros? ¿es acorde a quienes somos y a nuestros valores? ¿nos aporta algo? ¿que vamos a dejar de hacer o vamos a tener que renunciar para ocuparnos de eso?.
El uso del no se hace cuesta arriba porque nos obliga a encarar conversaciones con otras personas que pueden resultar “incómodas”. Usar la empatía, hablar desde como se siente uno y encontrar un punto de entendimiento común son buenos aliados para estos casos.
Lo importante aquí es que si uno mismo no marca los límites, los demás difícilmente sabrán donde están, y estos pueden verse transgredidos muchas veces.
¿Y sabes que?
Que a veces los primeros que no tenemos claros esos límites somos nosotros mismos.
Conocer donde están tus líneas rojas para no traspasarlas y comunicarlas de forma asertiva requiere de mucho autoconocimiento, reflexión y trabajo personal. De ponerte en valor y merecimiento. Y no solo para que los demás no los traspasen, también para que ¡tampoco lo hagas tú!. Los demás los verán, entenderán y empezaran a respetarlos porque el primero en respetar esos límites eres tú mismo.
Tenerlos claros hace que sea más “sencillo” detectar que X actividad o compromiso no nos aporta y por tanto podremos empezar a no responsabilizarnos ni asumir más cosas de las que podemos o queremos.
Una vez se empieza a practicar el uso del NO se hace más digerible.
Dicho esto, el uso del no es como entrenar un músculo. No podemos pasar de 0 a 100, pero siempre hay pasos intermedios. Si te cuesta decir no, no digas que si a las cosas de inmediato, en su lugar puedes probar a decir “déjame pensarlo, te digo algo más adelante”. Utiliza esa pausa y este tiempo para reflexionar sobre la actividad o compromiso, y si sientes que es un no, poder preparar tu respuesta y comunicarla.
👉🏻 3. Para poder dar tienes que ESTAR LLENO
Recuerdo un anuncio de hace mucho tiempo en el que a una misma persona la llamaban de diferentes formas. Eran los nombres, diminutivos y apodos cariñosos que le asignaban otros seres en función de su relación con él: el de padre, hijo, amigo, hermano, esposo, amante, socio… Eso es lo que somos. Muchos roles en uno mismo. Pero también somos nosotros mismos, individuos con nombre y apellido propio.
¿Y si cuidamos también de nuestra individualidad? ¿Y si la percibimos y la trabajamos como hacemos con las otras facetas?.
Estos espacios para uno mismo son un OASIS. Te ayudan a estar en contacto contigo y tus necesidades. A tenerte presente, para desde ese lugar de enriquecimiento poder dar a los demás. Porque si tú no estas lleno no hay “nada” que poder dar (o sí… estarás dando rabia, estrés, queja y mal humor).
¿Te suena? Al final eso es lo que entregas, no puedes dar nada que no tengas antes.
Una personalidad que solo se diferencia y no se integra con el resto corre el riesgo de volverse egoísta, una que solo se integra no tendrá individualidad autónoma.
Mihaly Csikszentmihalyi
Por tanto, y volviendo al inicio del post, el TU PRIMERO no es un acto egocéntrico, es un acto de amor. Cuida de tu jardín primero.
👉🏻 Priorízate y blinda espacios para ti, son sagrados
Y tú, ¿te tienes como prioridad? ¿tienes espacios reservados para ti? ¿como practicas ese autocuidado?. ¡Te leo!
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